VIENDO LA VIDA PASAR
Estoy aquí sentada viendo la vida pasar, recordando los 45 años que hace que te conozco y me pongo a pensar.
Pienso en la vida, en cuando éramos niñas. Y te veo traviesa, valiente, vivaracha y juguetona.
Veo a esa joven escandalosa, bulliciosa y alegre que compartía conmigo las tardes de los viernes, los sábados noche y las semanas santas eternas recorriendo las calles de nuestra Zamora, persiguiendo ilusiones, sueños y fantasías que nunca llegaron a ser reales pero que nos hicieron sumar recuerdos juntas.
Y entre recuerdo y recuerdo me acuerdo de aquellas tardes en tu casa jugando al trivial, de los comics de Donald que me regalabas, de las meriendas en el primero izquierda de la calle Magistral Romero y de las conversaciones a través de la ventana.
Me acuerdo de las noches en vela, de tus sermones para convertirme en una joven quinceañera de las de antes y no en esa persona que yo quería ser y que se hacía vieja antes de crecer. Gracias.
Recuerdo aquella gripe que te dejó sin salir los ocho días más grandes de fiesta, Las borracheras a mistela, las mentiras piadosas a nuestros padres para pasar la madrugada del Viernes Santo pateando las calles de la ciudad más bonita, la que nos vio nacer.
Recuerdo los días tristes de aquel año en que la vida te golpeó duro y que a los demás nos enseñó a vivir más despacio y valorar lo que tenemos. Aprendimos una lección que no deberíamos haber sabido nunca a aquella edad.
Recuerdo, cuando la vida nos hizo adultas y nos llevó por distintos senderos, pero de una forma u otra siempre nos mantuvo unidas, Y nos convertimos en madres y experimentamos lo que es sufrir por los hijos.
Y así seguiría sumando hojas y años, tantos, como hace que te conozco.
Es tu vida y es la mía y la compartirnos. Porque la amistad atraviesa el alma y en cada sitio que estés de alguna forma estaré ahí contigo.
Feliz Cumple
Amiga