domingo, 26 de diciembre de 2021

La tortuga y la abeja

 

Erase un vez una tortuga y una abeja…

La primera de nombre Centenaria le gustaba ir a hidratarse y tomar el sol al estanque del bosque donde vivía. Era el lugar más hermoso de todos los que había conocido en su larga vida y cuando se sentaba sobre una de las rocas redondas y lisas que habían surgido de la erosión de miles de inviernos fríos y veranos calurosos, dejaba volar su mente y se imaginaba como  podría haber pasado su vida si hubiera sido más rápida en tomar decisiones.

La abeja, de nombre Avelina, se la encontraba siempre de camino al panal cuando venía de recolectar el polen que a diario tenía que dejar en la colmena. Trabajaba sin parar y nunca le sobraba tiempo para nada. Volaba, cada día, diez veces hasta el estanque para recoger de las flores todo lo que estas le ofrecían y cuando, al atardecer, los pétalos se cerraban para decir adiós al sol, estaba tan cansada que solo quería irse a dormir.

Por eso le gustaba observar a la tortuga, sonreía enigmáticamente cuando miraba al vació como si allí, en el horizonte, viera algo que ella no era capaz de discernir.

Un día que tenía algo de tiempo antes de volver a casa decidió disfrutar de su vuelo y divertirse viendo los paisajes que habitualmente recorría sin mirar. Cuando llegó al estanque se posó sobre el caparazón de Centenaria y le pregunto al oído:

-¿Qué te hace sonreír todo el tiempo, tortuga?

-Centenaria giró su cabeza para saber quién le estaba susurrando y cuando vio a Avelina con su llamativo traje de rayas amarillas y negras se sorprendió de su belleza pero no dijo nada y respondió:

-Estaba imaginando como habría sido mi vida ahora que tengo tanta sabiduría y el conocimiento suficientes para afrontar los problemas desde otra perspectiva que no veía cuando era joven. Y llego a la conclusión de que habría hecho otras cosas que no me atreví por miedo a decepcionar a los demás.

-Eso me pasa a mi- respondió la abeja y preguntó- ¿Qué cosas?- con la esperanza de hallar una respuesta a su esclavo trabajo.

-Para empezar habría intentado entrenar mis músculos para ser más fuerte. Cargar con el caparazón todos los días es agotador. Luego habría buscado una compañera


para que llevar la casa a cuestas no fuera tan duro. Y sobre todo porque al final del viaje te das cuenta que lo más bonito es tener alguien con quien compartir los momentos, las anécdotas y tu vida en general.

- ¿Y yo podría hacer lo mismo? Sería maravilloso poder mostrar a alguien más lo hermoso que es un amanecer en este bosque cada vez que alzo el vuelo por las mañanas, pero nunca tengo a quién decírselo. En la colmena hay mucha gente,  pero me siento sola.

-¡Claro! Avelina. Si quieres un consejo de esta Centenaria: Disfruta de tu tiempo porque el tiempo no vuelve, lo que vuelve es el arrepentimiento de haber perdido el tiempo.

FIN

miércoles, 17 de noviembre de 2021

Alejandro

Hola a todos, este post que hoy subo a mis redes sociales no es para mostraros lo que estoy haciendo en este momento, tampoco para deciros donde estoy hoy o como es mi vida. 

Este post lo subo para contaros una historia.  Quienes me seguís en las redes sociales,  ya me conocéis. Muchos sois mis amigos,  otros mis compañeros de trabajo,  y otros simplemente conocidos que habéis pasado por mi vida en un momento determinado. Y también esto es para los que me seguís ahí en silencio sin dar la cara pero viendo lo que hago cada vez, porque mi vida sigue siendo interesante para vosotros. Hace ya tiempo que decidí hacer públicas mis redes sociales así que no me molesta. 

Bueno hecha la introducción voy a ello.

Esta historia comienza en el segundo trimestre de gestación de mi segundo embarazo. ¿Sabías que es en este momento cuando, los bebés ya tienen un sexo asignado? se comprueba con una simple ecografía. A mí me dijeron que era un niño y decidimos llamarlo Andrés, pocos días después volví a la consulta del ginecólogo por otro asunto que no es relevante aquí y en la segunda ecografía dijeron que era una niña, la pusimos de nombre Maria. 

Parece sencillo. Ya está todo dicho. Sin embargo, un porcentaje de esos nombres masculinos o femeninos, cuando crecen -a edades tan tempranas como los tres o cinco años  o más tarde, porque nunca es tarde - puede que no se identifiquen con su sexo biológico. 

Y Maria puede que se sintiera un chico, de hecho se sentía así aunque según sus propias palabras, “no es del todo cierto porque no sabía ni si quiera como podía sentirse un chico pero envidiaba a los chicos y me molestaba no serlo” 

Quiere esto decir que es la propia persona y no el cuerpo quien determina la identidad de género de cada individuo. Y por eso, años más tarde, inició un tránsito para expresar quién es y ser aceptado en su nueva identidad.

21 años más tarde y después de 1 año de dar a conocer su nueva identidad con muchos "tránsmites" administrativos y de otra índole, vino al mundo Alejandro. Esta vez no me costó parirlo y os puedo asegurar, contra todo pronóstico, que no fue nada doloroso.  Y lo mejor es que Alejandro está feliz con su transición.

Así que ahora tengo un hijo y una hija. 

Y esto va por ti Alejandro: He vivido contigo María 21 años y ha sido un placer.

Alejandro, este primer año de tu vida es fantástico y será un orgullo acompañarte en todas y cada una de las aventuras  que el futuro te depare.

En España se estima que hay más de 10.000 personas cuya identidad de género no coincide con el sexo que se les asignó al nacer.

A quienes todavía no se han atrevido a iniciar su transición les ánimo desde aquí.  

Es un camino largo, pero con el apoyo y asesoramiento adecuados cuando se alcanza la meta, que cada uno desea, la satisfacción es infinita.

Hay que ser uno mismo siempre. El destino ya se encarga de ponernos a las personas correctas en nuestras vidas a su debido tiempo, algunas se irán y otras se quedaran... 

Las que se quedan son realmente las personas que nos valoran como somos y a las que tenemos que dar las gracias por estar ahí cada día  

Feliz noche amigos y amigas.


miércoles, 30 de junio de 2021

PIERRE


 

PIERRE

La vida no es lo que uno espera cuando nace. Ni tan siquiera lo que uno sueña cuando vive.

Somos esclavos del destino, de nuestras acciones y comportamientos. Nuestros deseos los pagamos caros porque somos marionetas representando una farsa; la de esa existencia que nos han asignado pero que no tiene ningún sentido.

No tenemos la oportunidad de elegir. Nuestro camino está trazado de antemano aunque nos hagan creer que somos dueños de nuestras faenas y quehaceres.

En realidad somos esclavos de las ambiciones de nuestros corazones y de los apetitos de nuestros cuerpos y no tenemos ninguna capacidad para controlar las decisiones que nos llevarán luego, siempre, a la penitencia para pagar una compensación.

Lo que no dijimos, lo que no hicimos, es pasto de nuestra conciencia que nos recuerda que el camino que tomamos fue un error. Pero también lo habría sido hacer lo contrario porque todo fluye de tal forma que no tengamos capacidad para sentirnos propietarios, amos o caciques de lo que nosotros creemos que nos pertenece por derecho propio.

Somos actores, de una comedia a veces, en ocasiones de un drama, con suerte de un final feliz que siempre termina en tragedia e incluso de un misterio sin resolver.

La vida es una mierda pinchada en un palo, como esas que cogíamos cuando éramos pequeños para molestar a algún mayor que pensábamos que nos hacía nuestra historia imposible. Que ignorantes e indoctos. Todavía a esa edad era difícil comprender que lo que realmente es absurdo y quimérico es este lapso que nos ha tocado en la tierra y del que pensamos que nunca nos vamos a cansar.

Hoy cae un hoja más del calendario y ya van 100 años, eso son muchos días, meses, horas, minutos. Hace 4 qué te fuiste. Era el momento de partir pero eso no hace más fácil tu ausencia.

Nunca te llegué a conocer del todo, las personas ocultamos secretos que muchas veces nos llevamos a la tumba. Sin embargo hasta donde tuve la suerte de observar tu corazón, de reconocer tus sufrimientos y conjeturar acerca de lo que fuiste o no, me siento orgullosa de ser parte de ti.

Me dejaste un gran legado, la importancia de reconocer en las personas el derecho a ser como son porque siempre hay un motivo para ello. Nunca juzgaste a nadie ni escuché de tu boca comentarios desafortunados y eso dice mucho de cómo eras.

Me enseñaste el amor por la naturaleza, por cualquier ser que respire por pequeño que sea. Fuiste un luchador incansable y te levantaste mil y una veces. Eso también lo he aprendido de ti. Sé que sufrías en silencio pero nunca te vi hacerlo en mi presencia.

Gracias por tu herencia.

Feliz Cumpleaños..

martes, 20 de abril de 2021

ESOS LOCOS BAJITOS

 

ESOS LOCOS BAJITOS

Suena el despertador. Hora de levantarse. Las noticias de hoy informan de que Pablo Casado (PP) prefiere pactar con los madrileños que andar pactando con otros. Ines Arrimadas (Cs) habla del bipartidismo como un fracaso para el país y nuestro “presi” (¿PSOE-Podemos o Dictadura?) se pone en contra de Florentino por la “superliga”.

En la calle los corrillos se preocupan por las vacunas y los trombos que, supuestamente, dejan y cada vez suenan historias más disparatadas “mi cuñado tiene un amigo que dice que tiene un conocido que se puso malísimo el otro día cuando recibió la Astra Zéneca esa. ¿Pues sabes lo que te digo? Que yo no me vacuno

En el trabajo está el compañero que no se acerca a ti no vaya a ser que le contagies vete a saber, el mal del político, la obsesión por el fútbol o el bicho ese invisible que nos ha dejado pasmados, turbados, confundidos, trastornados, enajenados a todos hace tiempo. Y el otro que te dice “pues yo no tengo miedo, si esto del virus es un constipado más. No existe”.

Y no sé por qué de pronto se me viene a la mente la canción esa de Serrat que dice “Niño deja ya de joder con la pelota. Niño que eso no se hace. Que eso no se toca

“Esos locos bajitos” así se titula. En ella el cantautor habla de los límites que tienen que poner los padres a sus hijos ya que ellos no respetan ninguna pauta social y hacen todo lo que desean, sin cuestionar las consecuencias de sus actos. Y entonces me he dado cuenta de porque en este país nos va como nos va. 

Ahora mismo estamos navegando a la deriva en un barco sin capitán donde cada uno barre para su casa, a nivel político y personal, sin importar las consecuencias sociales y económicas a las que tendremos que enfrentarnos en un futuro no tan lejano.

Es fácil callarnos y tenernos contentos, como a los niños. Nos ponen en bandeja temas de conversación que nos desvían de lo que es verdaderamente importante.

Sirvan ejemplos como la vida privada de algunos famosos o la promesa de un rescate sin precedentes. Y mientras se empeñan en manejar nuestras vidas sin oficio ni vocación.

Nos van transmitiendo sus frustraciones con la leche templada mientras “el presi” se despacha a conciencia en esas ruedas de prensa interminables hablando del plan de recuperación transformación y resiliencia que ha presentado ya 7, 8  o 9 veces desde el pasado mes de octubre de 2020.

Y entonces yo también caigo en ese engaño y cuando voy a la página de la Moncloa para buscar información sobre este súper mega proyecto “osea”, el mensaje es: “la página no existe”.

 Y cuando por fin lo encuentro bajo el lema España Puede, me doy cuenta de que hoy el Gobierno tiene previsto aprobar en el Consejo de Ministros la versión definitiva y negociada con Bruselas del plan de recuperación que es un descontrol a todas luces y que ya recibió un tirón de orejas del Consejo de Estado por la falta de mecanismos de control en la gestión del dinero europeo.

Pero de esto no se habla ni en los corrillos, ni con los compañeros de trabajo ni siquiera en las noticias, algunas manipuladas a conciencia por quienes dicen querer lo mejor para nosotros. Oiga que para eso somos los hijos sin respeto al horario ni a las costumbres y a los que, por nuestro bien, hay que domesticar.

 


martes, 9 de febrero de 2021

UNA MUERTE ANUNCIADA

 

UNA MUERTE ANUNCIADA

El filósofo argentino José Ingenieros escribió “Los hombres y pueblos en decadencia viven acordándose de dónde vienen; los hombres geniales y pueblos fuertes solo necesitan saber a dónde van”

Por eso es triste despertar cada mañana y ver como nuestra España se hunde en la miseria, la depresión y la desigualdad. Lo hace mientras recuerda tiempos pasados con odio y rencor en lugar de mirar al frente buscando el camino correcto.

¿Qué ha sido de nuestra Península Ibérica? La que una vez fue férrea y próspera, la que lideró un imperio. La tierra rica en agricultura, en ganadería. Tan completa en paisajes, en clima, en tradiciones.

Vivimos tiempos convulsos, tiempos de anomalías como bien ha señalado, esta mañana, el periodista Carlos Herrera en su artículo de opinión “Anormalidad democrática”. Me ha impresionado cuando dice “es una anormalidad democrática que un presidente de un gobierno dependa de un tipo como Iglesias y de dos tipos más como Otegi y como Junqueras; lo es que una ministra de Justicia acabe de fiscal general del Estado; o que el Poder Ejecutivo ataque al Poder Judicial; es una anormalidad democrática que llevemos casi 90 mil muertos y el gobierno esconda 30. mil …… es una anormalidad democrática que el Estado te pague la niñera y la hagas funcionaria con nivel tres; que se coarte la libertad educativa, la de movilidad, la de prensa; que se insulte a los jueces; que se aplauda a Maduro, a Lenin, a Otegi, a Fidel Castro; es una anormalidad….que se gasten 500 millones de "leuros" en un Ministerio de Igualdad para la esposa y solo 700 mil en la vacuna española”….

Coincido con Herrera en que es todo menos normal permitir lo que nos está sucediendo. El virus ya nos ha robado un año de nuestras vidas, pero en lugar de emplear ese tiempo en recapacitar y aprender, dejamos que nos roben ahora nuestra identidad, que jueguen con nosotros un grupo de “listos mediocres” que ha sabido manejar los hilos del poder y someternos al miedo argumentando un futuro incierto.

¿Vamos a seguir permitiendo que nos ninguneen?

Escuchamos asombrados las noticias sobre las elecciones catalanas en plena tercera ola de una pandemia que no da tregua y cuando ya nos pronostican, para que nos vayamos haciendo a la idea, una cuarta.

Muertos y más muertos, pero no importan porque lo que importa es que el ex Ministro de Sanidad, ocupe el cargo de presidente de la Generalitat para que Sánchez pueda seguir manejando a su antojo los hilos de esta sátira.


Soy una humilde ciudadana española que se avergüenza de la clase política que  nos dirige, una humilde ciudadana que no puede hacer nada por evitar las muertes, ni el desempleo, ni que me recorten, aún más, la libertad de movilidad. Pero si puedo poner de manifiesto mi desacuerdo y alentar a mis vecinos para que hagan lo mismo. Si no alzamos nuestras voces seguirán aprovechándose de nosotros como sanguijuelas. No esperemos a que sea demasiado tarde.

Ay, ay, cómo culpan los mortales a los dioses!, pues de nosotros, dicen, proceden los males. Pero también ellos por su estupidez soportan dolores más allá de lo que les corresponde.“

Homero, la Odisea

 

jueves, 14 de enero de 2021

VIENDO LA VIDA PASAR


VIENDO LA VIDA PASAR

Estoy aquí sentada viendo la vida pasar, recordando los 45 años que hace que te conozco y me pongo a pensar.

Pienso en la vida, en cuando éramos niñas. Y te veo traviesa, valiente, vivaracha y juguetona.

Veo a esa joven escandalosa, bulliciosa y alegre que compartía conmigo las tardes de los viernes, los sábados noche y las semanas santas eternas recorriendo las calles de nuestra Zamora, persiguiendo ilusiones, sueños y fantasías que nunca llegaron a ser reales pero que nos hicieron sumar recuerdos juntas.

Y entre recuerdo y recuerdo me acuerdo de aquellas tardes en tu casa jugando al trivial, de los comics de Donald que me regalabas, de las meriendas en el primero izquierda de la calle Magistral Romero y de las conversaciones a través de la ventana.

Me acuerdo de las noches en vela, de tus sermones para convertirme en una joven quinceañera de las de antes y no en esa persona que yo quería ser y que se hacía vieja antes de crecer. Gracias.

Recuerdo aquella gripe que te dejó sin salir los ocho días más grandes de fiesta, Las borracheras a mistela, las mentiras piadosas a nuestros padres para pasar la madrugada del Viernes Santo pateando las calles de la ciudad más bonita, la que nos vio nacer.

Recuerdo los días tristes de aquel año en que la vida te golpeó duro y que a los demás nos enseñó a vivir más despacio y valorar lo que tenemos. Aprendimos una lección que no deberíamos haber sabido nunca a aquella edad.

Recuerdo, cuando la vida nos hizo adultas y nos llevó por distintos senderos, pero  de una forma u otra siempre nos mantuvo unidas, Y nos convertimos en madres y experimentamos lo que es sufrir por los hijos.

Y así seguiría sumando hojas y años, tantos, como hace que te conozco.

Es tu vida y es la mía y la compartirnos. Porque la amistad atraviesa el alma y en cada sitio que estés de alguna forma estaré ahí contigo.

Feliz Cumple

Amiga

 


 

EL CUENTO QUE SIEMPRE ESTABA LLORANDO

  Erase una vez un cuento chiquitito, tan pequeño tan pequeño que como nadie podía leer lo que había escrito en sus páginas no le prestaban ...