CUANDO NOS CONVERTIMOS EN ZOMBIS
-¿Es que realmente no veis lo que está ocurriendo? ¿Nadie se da cuenta de que nos están robando la vida?
Quiero pensar, quiero creer que hay muchos “alguien” ahí afuera que son conscientes de que además del virus, que ha venido a invadirnos cual enemigo sin avisar, hay otros contrincantes a los que hacer frente y que se están metiendo por la puerta de atrás con sigilo y en clandestinidad.
Ya nadie se acuerda de los muertos que dejó ETA, esos tenían cara, como la tienen los que deja esta pandemia, tienen corazón para las familias que se ven deshechas por la desgracia, pero nos hemos olvidado o mejor dicho nos los han hecho olvidar.
El “sí” de la formación abertzale a los presupuestos generales de nuestro país, es la gota que colma el vaso. O debería de serlo.
Ya nadie se acuerda de Miguel Angel Blanco, de aquel tiro a bocajarro y por la espalda, una ejecución de las que atentó contra los derechos humanos y que nos hizo llorar a todos los que la presenciamos, era otro virus, otra pandemia, otra plaga.
Pero estamos desmemoriados, nos ha entrado un Alzehimer galopante y no queremos recordar.
Por Dios!!! Y ahora el Presidente de este País, el cobarde más grande que ha parido la historia de España, mejor dicho uno de tantos, va y se baja los pantalones y se deja dar por ahí para mantenerse en el poder. ¡!!Poder, poder, poder!!! Que tendrá esta palabra que cuando entra por la ventana la cordura sale por la puerta.
Pero esto no es lo peor, lo peor es que los ciudadanos, aunque tengamos derecho a voto, no tenemos la facultad de elegir a nuestros gobernantes, para eso ya están los listos de turno que tejen y entrejen pactos sin sentido con el único objetivo de conseguir el mando.
Y qué coño hace la oposición, otra marioneta, que ocupa un sillón y pone la mano para recibir a final de mes una cantidad desorbitada de euros contantes y sonantes para tener la boca cerrada. Así claro ni entran moscas, ni el virus este que está de moda, ni na de na.
Pero es que no para ahí la cosa, además nos quitan el Castellano como lengua vehicular y oficial. Las autonomías son como adolecentes cargados de hormonas que toman decisiones según el pie con el que se levanten y las ganas que tengan de tocar las narices al papá estado, que como está como una cabra y no es un referente al que copiar, pues así nos va.
Y a este suma y sigue está el telón de fondo que nos ha atontado a todos el “señor Covi” y para callarnos la boca nos ilusionan como a niños con un caramelo y nos dicen que de aquí en un par de meses tenemos una vacuna. Esto para ir pasando el trago y que pensemos que pronto vamos a volver a ser lo que éramos.
Y hablan de diez millones de dosis, como si esa cantidad fuera la repera. Y aunque va a ser difícil traerla hasta aquí porque tiene que estar, desde que sale hasta que sea inyectada, a menos 70 grados bajo cero le quitan importancia, como que eso es pecata minuta.
Y nosotros que con tanto traficante y parásito chupándonos la vida, nos hemos convertido en Zombis, pues vamos y nos lo creemos y damos palmas como monos en un circo.
Cuando todo esto pase, si es que pasa y no nos hemos muerto antes de miseria, de indigencia o de infortunio y despertemos del coma inducido por estos mequetrefes que hemos dejado que nos manden, no vamos a tener manos para llevarnos a la cabeza del lio tan grande en que nos hemos metido y la cagada de país que nos han dejado estos imbéciles de pacotilla a los que hemos dejado entrar en nuestras
vidas, eso sí por la puerta de atrás.
O espabilamos o más vale que seamos creyentes y vayamos rezando. Aunque creo que esta vez ni Dios va a hacernos caso.