LUCIFER
Tardaría en encontrar la llave
que necesitaba. En ese manojo no era fácil descubrir la pieza adecuada para
abrir aquella puerta. Tendría que haber prestado más atención cuando le dieron
las instrucciones. Pero como iba a preocuparse por fallar. -Si era tan fácil-
pensó.
Con lo cómodo que habría sido
una llave maestra, así, sin más. Pero en esta vida nada es sencillo, ni tan
siquiera abrir puertas. Y las del cielo menos. Así que se dio la vuelta y con
el rabo entre las piernas volvió a su escondrijo.
Tendría que esperar otros cien
años para volver a colarse en aquella inmensidad azul. Una centuria siendo
bueno, otra vez.
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