miércoles, 22 de julio de 2020

LA ROCA










 LA ROCA
Te soñé a mi lado y no fue imaginación, eras real. Tu olor flotaba en el aire. Esa esencia característica, inconfundible, en mis noches de pesadillas infantiles cuando acudías a mi lado y me envolvías con tu abrazo. En silencio me decías –estoy contigo pequeña, no pasa nada. Vuelve a dormir-
Seguridad. Esa es la palabra exacta. Lo que mejor define como me sentía. Tú eras estable, sólido como una roca, constante, recio. Y también cálido, confortable, como el sofá de casa donde sueñas sentarte tras una jornada agotadora.
Siempre fue así, incluso cuando me hice mayor. Eras esa pared firme, maciza aunque estuviéramos separados por cientos de kilómetros. Tuvimos tantos momentos felices que en Saturno, en Marte, Plutón o en la Luna allí donde estés siempre serás mi refugio. Me haces falta.





No hay comentarios:

Publicar un comentario

EL CUENTO QUE SIEMPRE ESTABA LLORANDO

  Erase una vez un cuento chiquitito, tan pequeño tan pequeño que como nadie podía leer lo que había escrito en sus páginas no le prestaban ...